Nanas de cebolla
- Lucia Spessot
- 18 nov 2020
- 2 Min. de lectura
El poema en sí y la canción de ese poema son simplemente impactantes. Me llenó los ojos de lágrimas y el corazón de angustia. Encarna la esencia de lo que es la guerra y la pobreza. Esta idea de que hay una fuerza ajena que te obliga a estar donde no querés estar y dejar lo que no querés dejar, como a un hijo…
El poema muestra el amor que tiene (sin alardear de este, sino de una manera muy pura) hacia el hijo y hacia la mujer. Habla de la libertad, se lo dice al hijo, esta idea de no dejar de ser niño, de volar alto, sin miedo. La muerte también la toca, creo yo, de una manera metafórica pero, al mismo tiempo, uno sabiendo el fin de la historia de Miguel Hernández ya entiende que son casi cartas de amor y despedida. Y el hambre me parece que queda más que claro que está presente desde el inicio hasta el final, pero siempre habla desde un lugar tan propio, como que explica que el niño está satisfecho con lo que tiene porque nunca probó otra cosa, y de alguna manera es una carga que él tiene consigo mismo y hacia las situaciones que le toca vivir, ya que le dice que no se entere de lo que pasa, que siga siendo niño…
Bueno, la verdad me transmitió mucha tristeza. Primero, por la situacion que atravesaba tanto el autor como la mujer y el bebé, y me hizo, de algún modo, reivindicar los privilegios que tengo, me llevó a algo que me contaba el otro día mi papá, él me dijo “tu mamá cuando eras re chiquita te bañaba en esa bañaderita para bebés, con todo el amor y el cuidado de que no tuvieras frío, ponía caloventores, era casi como un ritual que hacía, era muy tierno” y me chocó en el sentido de que ese niño no tuvo eso, él, no solo no tuvo eso, sino que lo único que comía era cebolla. Y mirando de forma más profunda, hoy en día hay bebés y niños que no tienen nada de eso, que viven en la calle, o en “casas” de cartón. Yo jugaba con casas de carton, ellos viven ahí. Es terrible. Me dio mucha tristeza. “En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba” esta frase me impactó mucho. Tambien, fue como fua, que feo... Pero no por ser algo que yo ignore, sino por estar representado desde una experiencia personal que te lleva a esa reflexión.
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