Esta película cuenta la historia de un padre y su hijo. Ambos transcienden una vida en la que cada vez van perdiendo todo pero nunca pierden la esperanza de encontrar la felicidad, al mismo tiempo que tratan de descubrir qué es.
Para mí esta película, muestra en primer lugar como hay que disfrutar de las pequeñas cosas en la vida, valorar lo que uno tiene, porque todo puede cambiar de un momento a otro. Hay que disfrutar cada día y no siempre esperar mas y mas preocupándose del futuro, disfrutar el aquí y el ahora.
Pero mucho más importante, y para mí la lección más importante de esta película, es que los momentos de verdadera felicidad y de placer en general son muy escasos y cortos en cuanto a su duración. Antes de que te des cuenta estos se van, por lo que deben ser valorados en el momento y disfrutarlos al máximo. Tampoco estos se pueden buscar, no pienses en “voy a aprovechar esta oportunidad de trabajo o de lo que sea porque esto me va a hacer feliz”, no funciona así, la felicidad simplemente aparece, desde cuando estás en una reunión con amigos o familiares, o cuando estas solo haciendo alguna actividad o hobby que disfrutes. Esos momentos son limitados, no duran para siempre, en algún momento vas a tener que volver a tu vida normal, por lo que mí recomendación es que no des la felicidad por sentado, sino que la próxima vez que te sientas feliz y pleno, lo valores y disfrutes lo mas que puedas, porque nunca vas a saber cuándo te vas a sentir así otra vez.
Esto me paso un par de veces en esta cuarentena, un día me sentía desganado y no quería hacer nada, pero al otro, por minutos al menos, me sentía bien, ya sea que estuviera viendo una película, dibujando o cocinando; simplemente me sentía bien y feliz, pero no duraban siempre lamentablemente. Creo que al igual que esta película, la cuarentena te muestra como valorar las pequeñas cosas, aquí y ahora, y como los momentos de verdadera felicidad y plenitud, son escasos y no se pueden buscar o generar a la fuerza, sino que simplemente aparecen y se desvanecen, es una lección que espero que podamos recordar cuando todo esto termine.
Es extraño, al momento de escribir esto no se me había ocurrido la segunda lección de esta película, pero mientras escribía me di cuenta de todo, ya que en el momento que la vi, que fue hace meses, no lo había notado hasta ahora.
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