top of page
Grupo

Vigorexia

Introducción:

La dismorfia muscular o vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos, se ven débiles y enclenques. Por este motivo, el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria, sus hábitos de vida y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar todo su tiempo a entrenar.

La adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y el consumo abusivo de sustancias como esteroides anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un cuerpo musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de Adonis o anorexia invertida.

A pesar de ser un trastorno muy perjudicial, como todos, su conocimiento no es como el de la anorexia o la bulimia, esto obviamente no es bueno ya que todos los trastornos alimenticos o de la conducta alimentaria tendrían que estar sabidos por la población y mas por parte de los profesionales para luego poder tratarla. La vigorexia es sufrida por mucha gente y esto tendría que dejar de ser así, los estereotipos y los estándares de belleza juegan un papel muy importante para que esto ocurra, romper y combatir contra ellos es lo que la sociedad debería hacer.



Síntomas de la vigorexia

El síntoma principal que presenta la vigorexia es que el paciente elabora un programa de entrenamiento que se caracteriza por una intensidad constante y una gran dureza.

Este programa se centra en ejercicios que aumenten el tono muscular, por lo que la práctica más común es el levantamiento de pesas.

Este estilo de vida, que termina convirtiéndose en obsesión, implica un distanciamiento de las labores cotidianas, incluyendo, muchas veces, el abandono del trabajo o de las relaciones sociales.

Tal y como sucede con patologías similares como la anorexia y la bulimia, los pacientes con vigorexia reflejan una gran preocupación por su dieta, ya que buscan la rapidez en el proceso de conseguir un cuerpo escultural y eliminar toda la grasa.


En algunos casos, es posible que la persona vigoréxica comience a consumir drogas para estimular el desarrollo muscular.

Tratamientos contra la vigorexia:

En algunos casos el trastorno es tan grave que es necesario recurrir a los fármacos. Se pueden usar los inhibidores de la recaptación de serotonina para controlar los síntomas obsesivo-compulsivos y los inhibidores no selectivos para reducir los síntomas dismórficos. No obstante, el tratamiento farmacológico nunca es suficiente, ni en todos los casos necesarios, siendo fundamental realizar un tratamiento psicológico adecuado. A través de la terapia psicológica se trabaja el control de los pensamientos recurrentes sobre el cuerpo y los sentimientos al respecto, siendo esencial explorar las causas que producen el trastorno. En El Prado Psicólogos incluyen en su terapia técnicas como la hipnosis, EMDR, EFT o PNL, para lograr una mayor eficacia y reducir el tiempo de tratamiento.

Algunos de los objetivos principales del tratamiento son:

Hacer que la persona cambie la percepción que tiene de sí misma, de manera que desarrolle una autoimagen más realista.

Reforzar la autoestima.

Combatir el perfeccionismo.

Ampliar su horizonte de intereses, haciéndole notar que existen muchísimas otras actividades gratificantes que no se limitan a la práctica del ejercicio físico.

Equilibrar el estado de ánimo.

Como evitar o no sufrir de vigorexia:

La vigorexia se puede evitar; es aconsejable realizarse exámenes físicos que determinen el estado de salud, además de las necesidades y capacidades del individuo para adaptar los ejercicios a realizar. Establecer ejercicios que se adecúen al nivel físico de la persona, evitando actividades que requieran sobreesfuerzos innecesarios. Es importante detener el ejercicio en el momento en el que se presente fatiga, cansancio o dolor muscular excesivos. También, es necesario que la persone evite pensamientos negativos acerca de su estado físico, ya que pueden convertirse en obsesión.

Uno de los aspectos mas importantes en la prevención de la vigorexia es la educación. Se debe crear concienciación sobre cuál es el modelo sano y equilibrado de hombre y mujer, evitando estereotipos irreales e imposibles de conseguir de manera natural, como los muy musculados en el caso de los varones y demasiado delgados, incluso famélicos en el caso de las féminas.

Deben recalcarse los peligros de seguir los modelos impuestos por la sociedad actual, sobre todo durante la adolescencia, donde la educación en casa y en el colegio, juega un papel imprescindible para evitar este tipo de trastornos.

Es importante, además, evitar dietas rígidas o muy restrictivas dirigidas, supuestamente, a incrementar la masa muscular.

Casos de vigorexia en las personas:

Si bien es cierto que la vigorexia es una alteración que, hasta ahora, se ha presentado más en los hombres que en las mujeres, en una media de edad comprendida entre los 18 y los 35 años, en los últimos tiempos se ha producido un aumento de la presencia del trastorno en el sector femenino. Las personas que son más tendentes a padecerla se caracterizan por tener un prototipo psicológico determinado: baja autoestima, inmadurez, inseguridad, percepción distorsionada y deformada de su propia imagen corporal, etc.

La persona que sufre, o empieza a presentar características preocupantes, hará cambios en su dieta, consumiendo carbohidratos y proteínas y, en la mayoría de casos, consumirá anabolizantes y esteroides, otro de los indicadores es la dedicación obsesiva a su cuerpo y a la asistencia al gimnasio.


La vigorexia puede ocasionar graves consecuencias físicas y psicológicas. En el aspecto mental, la persona puede sufrir una distorsión sobre su imagen corporal, por lo que nunca se verá lo suficientemente musculada, con el consecuente riesgo de sufrir lesiones musculares. A nivel social las relaciones se van a ver disminuidas, debido a que el sujeto pasa la mayor parte del tiempo en el gimnasio. Por otro lado, los enfermos de dismorfia muscular suelen realizar cambios drásticos en su dieta e ingerir grandes cantidades de anabolizantes y esteroides, cuyo objetivo es conseguir un cuerpo musculado lo más rápido posible. Los alimentos hiperproteicos también pueden ser perjudiciales para la salud.

-Lisandro Albizuri

-Matías Córdoba

- Ainoa Amoroso

- Agustina Churrupit

-Maia Gaño.

4to "A"


11 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Vigorexia

Comentarios


Publicar: Blog2_Post
bottom of page